La historia real de Hellen Keller, que a los 19 meses de edad, a causa de una enfermedad, quedó ciega y sorda. Sus padres contrataron como última esperanza a Anne Mansfiel Sullivan, graduada en el Instituto Perkins para ciegos de Boston, para educar su hija.
Gracias a la valentía y al arduo trabajo llevado a cabo por Anne Sullivan, Hellen consiguió integrarse en la vida social de su época, además de adquirir una considerable cultura para una mujer de su tiempo. Aprendió a escribir en sistema Braille con una máquina especialmente diseñada para ella y también a hablar gracias al empeño de su tutora. La versión libre de Rodolf Sirera trata de mostrarnos el núcleo de la historia en la primera etapa de su vida. Un momento de gran intensidad emocional inundada al mismo tiempo de optimismo y confianza.