A mi nunca me cortó la cabeza / Yo maté a Carmencita Polo

A mi nunca me cortó la cabeza, de lupa Teatre

“Tengo una foto de mi madre de cuando era joven. Físicamente soy igual que ella. Me pregunto si cuando sea mayor yo también tendré miedo a los tranvías. Me pregunto qué he heredado de ella y qué me pertenece solo a mí”.

Yo maté a Carmencita Polo, de Mafalda Bellido

La joyería Restrepo espera una ilustre visita… A Teresita la envuelve un aura zafirina, urgente y ansiosa, y en la abstracción de su destino determinado, nos hace una inquietante confesión: «Yo maté a Carmencita Polo». Ahí comienza un viaje mental hacia el pasado, un viaje donde las palabras suenan a tiempo en los oídos, a rugir de pasos, voces y fusiles, y donde ella, fragmentada entre presente, pasado y futuro, se concentra en preparar concienzudamente su plan, el camino que la conducirá inexorablemente a los anales de la historia, a la eternidad.