
En algún momento ella, se fijó en mí. Estaba en un rinconcito del taller de mi padre, ahora cerrado. Hacia años, pero, años, años, años, que nadie la utilizaba. Cuando la abrí me pareció muy extraña: era antigua, había pasado de moda pero estaba llena de herramientas y entre ellas, una pequeña canica, una Bola. Ella, como yo, tendríamos que descubrir, la historia de ese espacio, la historia de la amistad y de cariño por el otro.
Delante nuestra, comenzaba el universo de HERRAMIENT(R)AS.