Mientras observan la naturaleza circundante y los animales que la habitan, las dos protagonistas se sumergen por completo en su entorno natural: los movimientos sinuosos de la oruga, la majestuosidad del oso, la lentitud del caracol. Cada detalle de la naturaleza se convierte en una inspiración.
Con la ayuda de esculturas de tela y tejidos ligeros, dan vida a paisajes fantásticos buscando su posible «madriguera» para resguardarse de la oscuridad de la noche, del frío, de la lluvia, del sol. Al final, el espacio escénico se abre a la interacción con el público, donde los niños/as pueden experimentar con la escenografía, transformándose en toda una experiencia sensorial para ellos.
Compagnia TPO (Prato, Italia) en coproducción con SardegnaTeatro y Fuorimargine Centro di Produzione
Con la colaboración de Tuttestorie Festival