Inspirado en el realismo con que Joanot Martorell nos presenta su obra, tratamos de hacerla realidad con marionetas que se acercaran a esa descripción y al género de aventuras, en un ambiente solemne, vigoroso y humano, enmarcado en las pautas propias de la época, respetando sus vestuarios, costumbres y actitudes.
En un día igual a los otros, puede que un poco más gris y más lluvioso, nuestro pequeño héroe, a la salida de su clase de danza, se ve sorprendido por un extraño suceso. Una vez acabada la lluvia, le cae en la palma de la mano una gota que brilla: cogiéndola con los dedos se dirige a su casa, y se da cuenta que parece tener poderes mágicos, «una cosa que no es de este mundo…»
Cuando Clara, la joven protagonista de nuestra fábula, inicia su inquietante expedición a la habitación de las andróminas, nos está invitando a un juego apasionante: descubrir los aspectos mágicos e insólitos de nuestra realidad cotidiana.