
El público se sienta en el mismo escenario. Delante de él se despliega un mundo de arena y de miniaturas, con un cielo de bambú y unas pequeñas construcciones hechas con palos. Una ligera brisa mueve las hojas. Es el principio del mundo. De repente, alguna cosa se mueve bajo la tierra: una minúscula criatura muestra la cara y, decidida, comienza a explorar el entorno. A lo largo de este viaje comenzarán a despertarse las primeras emociones: el miedo, el deseo, la soledad, la sorpresa… Todo este abanico es explorado sin pronunciar ni una sola palabra, solo escuchando, mirando y tocando todo lo que tiene delante.
Piccoli Sentimenti es una exquisita mezcla entre la sensibilidad de Tof Théâtre por el mundo del teatro de títeres, la concepción estética de Antonio Catalano y el universo sonoro del músico Max Vandervorst.