Necesitamos aprender de nuestros jóvenes y adolescentes, escucharles, estar presentes, y recordar siempre que fueron ellos, los estudiantes, los que encendieron la mecha que provocó el estallido de la Primavera Valenciana, aquel febrero de 2012 que quedará para la historia. Aquellas niñas y niños, con su valentía, su dignidad y su lucha cambiaron esta sociedad, y ahora, cinco años después, incluso podemos decir que la nueva situación política valenciana es en buena parte producto de aquellas revueltas. Pero la inmensa mayoría de la juventud valenciana continúa en una situación precaria y en un sistema educativo que no responde ni de lejos a sus intereses y necesidades….